Hace unos días y bajo un par de entradas, unos comentarios preguntaron qué había pasado con el partido OLIVO. Un concejal del OLIVO renunció su puesto en un pleno la semana pasada. Le pedí que comentara la situación y su respuesta sigue.
Me solicitan opinión sobre alguno de los comentarios que aparecen en este interesante Blog.
Espero no aburrir a los lectores que lleguen al final de estas líneas y ruego consideréis las mismas como una opinión personal. Pido disculpas a todo aquel que tras leer este comentario considere que me equivoco, ya que seguro que es así. Aprovecho para felicitar a Carolina por esta útil iniciativa.
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Parece ser que algunos ciudadanos de a pie consideran que la política ha de ser una extensión de la prensa amarilla o incluso rosa, y al partido o grupo político que no torea en esa plaza no se le valora o no es digno de confianza.
Es habitual caer en la falsa espiral programada por muchos de los grandes partidos políticos que hace que nos dejemos llevar durante 4 años y que sólo nos interesemos por la política cuando, pocos meses antes de las elecciones, unos y otros inician una descarnada e irreal lucha para obtener el poder, prometiendo y vendiendo ese humo al que se hace referencia en algunos comentarios que aparecen en este blog.
OLIVO nació de la inquietud de un grupo de vecinos de Guzmán que veía como los grandes partidos intentaban gobernar nuestro pueblo con un solo interés; el propio y el de las personas que los forman, sin tener en cuenta que lo que los habitantes de Guzmán buscamos es un nivel y calidad de vida acorde con las evidente posibilidades que ofrece (yo ya diría ofrecía), nuestro pueblo.
OLIVO ha estado presente y ha cumplido su misión en el órgano de toma de decisiones de nuestro gobierno, y así consta en los documentos (actas de plenos) dispuestos para ello a pesar de las grandes dificultades que ha tenido que padecer, como lo han sido y son:
Las convocatorias de los plenos con el tiempo mínimo exigido por la ley (48 horas en las que se encontraban sábados y domingos, días en los que el Ayuntamiento permanece cerrado y es imposible consultar la documentación de los asuntos a tratar).
La imposibilidad de acceder a la documentación completa de muchos asuntos relevantes, cuestión que ha originado incluso la interposición de demandas contra el equipo de gobierno y que seguramente se resolverán cuando se haya agotado la legislatura debido a los conocidos retrasos de los juzgados.
La falta de transparencia de las gestiones que se realizan en el Ayuntamiento (a la vista están).
El uso de periodos vacacionales para tomar las grandes decisiones que afectan a nuestro término. Como botón de muestra, la convocatoria de pleno un 28 de diciembre, en plenas vacaciones navideñas, para aprobar el avance del PGOU, el Plan parcial 2 "El Señorío" y el PP 4 "Dolmen de Montelirio", con escasas 24 horas de aviso a los grupos de la oposición y sin documentación disponible para su estudio. (Por cierto, del inicio de las obras de este último tendrán ustedes noticias cuando están chapoteando en cualquier playa durante estas vacaciones, acaban de conceder la licencia de obras)
Las alteraciones en las propias actas de los plenos, que en muchos casos no han recogido la realidad de lo allí discutido pero han sido aprobadas por los 5 votos de la mayoría gobernante.
Y en otro orden de cosas, los que no estamos acostumbrados o no queremos hacer política tal y como se entiende actualmente, sufrimos la impotencia de ver las situaciones originadas por la "oportunidad" de nuestros dirigentes al gestionar infraestructuras (aquí, en nuestro pueblo, el polideportivo, el campo de Fútbol, las zonas verdes, la piscina, el centro social, la bolsa de trabajo, etc..) que podrán ver "casi" acabadas o perfectamente diseñadas justo antes de las elecciones, o enrevesadas y estudiadas listas-promesas que ofrecerán en periodo preelectoral las necesitadas viviendas sociales o de VPO y que hacen que muchos de nosotros caigamos en esta "trampa" de gestión.
El despilfarro económico al que acostumbra esta clase política haciendo contratos innecesarios, pagando sobreprecios por obras e infraestructuras y diseñando ciudades imposibles con el objetivo de conseguir votos y hacer favores, ocasiona graves perjuicios al ciudadano que percibe que es demasiado complicado luchar contra la todopoderosa y pesada maquinaria político-administrativa en la que estamos inmersos.
Y esto es solo un botón de muestra. Sufrimos otras muchas situaciones que aburrirían a cualquiera, incluso a los propios concejales de la oposición, pues de eso se trata.
Evidentemente la mayoría que forma el equipo de gobierno que dirige nuestro Ayuntamiento (PSOE-ADG) ha trabajado para llevar a cabo su política (en muchos casos contraria a lo dispuesto en sus programas electorales) en base a su número de votos (5 de 9) en el Pleno, lugar en que se toman las decisiones que afectan a nuestro municipio.
La falta de información al ciudadano, las numerosas trabas dispuestas en un inexistente/falso proceso de participación ciudadana y la indiferencia y desinterés con la que se nos acostumbra a tratar cualquier tema de la vida política de nuestro pueblo que acaba produciendo situaciones futuras no deseadas, hace que el vecino de a pie no asuma la importancia de estar presente en la toma de decisiones (legal y objetivamente, los plenos) e implicarse en el día a día de las cuestiones que afectan definitivamente a nuestro modo y calidad de vida.
OLIVO ha procurado no entrar nunca en el juego al que acostumbran nuestros actuales dirigentes. El esfuerzo realizado (recordemos que este grupo solo lo forman vecinos normales y corrientes sin los modos, el apoyo y la infraestructura de estas grandes máquinas de hacer "política") se ha centrado en que lo aquí descrito no ocurriese, aunque los comentarios surgidos en este blog (esperamos que esta idea no esté demasiado extendida), indican que hemos fallado y no se ha obtenido todo el resultado deseado. Suponemos que ha de pasar más tiempo y se necesitan más personas y mejor concienciadas para que todos nos demos cuenta de que, en este juego de la política, el "ciudadano de a pie", en cuanto se despista, pierde.
No se despisten.
Saludos.
Eduardo Morán
Ex-concejal de Olivo.