Más vale prevenir que curar
Un vecino me ha llamado la atención a la condición algo deteriorada del talud que baja del pueblo hacia la carretera A-8077. Abajo, cerca de la entrada al pueblo, el talud está cubierto de hormigón, pero más arriba se optó por depender de plantas para fijar la tierra, y se notan varios lugares donde el agua se ha llevado la tierra cuesta abajo. Claro está que las lluvias recientes han colaborado en esto.
Hay dos lugares en especial donde hay problemas. En un caso la caída del agua allí se relaciona con el hundimiento del bordillo de la calle y un socavón en el pavimiento (no está claro cuál es la causa de cuál). En el otro caso, los ladrillos que se habían instalado para sostener un poste del alumbrado público uno tras otro se van cayendo por el talud. Unos tubos de plástico que deben proteger los alambres de corriente eléctrica se han roto y los alambres están expuestos a la intemperie.
Dice el vecino que las plantas no se han regado durante el verano, y por eso no han crecido ni han podido prevenir la erosión. Hasta ahora el daño no es grande y se podría reparar sin mucho problema. Si se espera un poco, especialmente si este año tenemos la lluvia que necesitamos, la condición podría deteriorarse rápidamente.
Mientras andamos por el vecindario, debemos comentar también el progreso en cuanto a las quejas que un vecino expresó el 7 de julio (ver "Estado lamentable de la Calle Dolores Ibarruri"). Se quejó de que no había salida de la calle, forzando a los vecinos a dar marcha atrás con el coche. Ahora parece que la parte de abajo de la calle tiene hormigón, que probablemente facilita la maniobra. Sin embargo las grietas de la calle siguen dando la impresión que en cualquier momento la mitad de la calle podría desaparecer. Mientras esperan la resolución del pleito legal con el constructor, los vecinos merecen mejor.
Etiquetas: Calle Dolores Ibarruri, Desprendimiento de tierra
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