Los coches en la acera

Hace tiempo que la gente de las casas de colores intentan llegar a un acuerdo acerca de cómo usar el poco espacio de aparcar coches que tienen. Una solución que varias personas han elegido es aparcar en la acera, dando lugar así para coches aparcados en los dos lados de la calle.
El problema es que esta costumbre daña la acera. Si las aceras fueran construidas totalmente de hormigón, no habría tanto problema. Pero se construyen de bloques delgados, como azulejos, que se disponen sobre arena. Son suficientemente fuertes para soportar a las personas (aunque nos sobren muchos kilitos), pero no siempre aguantan el peso de un coche. Por eso se ven aceras quebradas que alguien tendrá que reparar, lo cual nos cuesta a todos mucho dinero.

Parece que el aparcar así ha llegado a ser un hábito, porque ahora siguen haciéndolo aun cuando sobran espacios para aparcar legalmente. Además, no es solamente en las casas de colores, sino por muchas partes. No siempre habrá un espacio libre frente a la casa de uno, pero caminar un poco es saludable tanto para la persona como para el pueblo.