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Noticias de Guzman

Desde Castilleja de Guzmán (Sevilla) ESPAÑA: Un sitio donde puedes enterarte de las noticias del pueblo, conocer a tus vecinos, y comentar sobre lo que pasa en el pueblo y lo que crees que debe pasar.

18 junio, 2006

El PGOU en el Internet

Alguien comentó que sería bueno poner el texto del Plan General de Ordenación Urbanística de nuestro pueblo en el Internet para que los ciudadanos lo leyeran con más facilidad. ¡Está hecho! Lo descubrí ya publicado así, pero no en los sitios donde esperaba encontrarlo.

Preguntando e indagando discubrí que Castilleja de Guzmán tiene dos sitos en el Web. Uno se encuentra en
http://www.dipusevilla.es
Después de entrar allí, tienes que pinchar en "provincia","pueblos" y "Castilleja de Guzmán". Incluyo esta dirección por si acaso algún día necesitas datos del pueblo de los años 2003 y 2004.

El otro sito del pueblo es del ayuntamiento mismo y tiene la dirección http://www.castillejadeguzman.es
No te va a servir de mucho, pues se necesita una clave para entrar.

Sin embargo la Asociación para la Defensa del Territorio del Aljarafe ha publicado nuestro PGOU de aprobación inicial en su sitio. Puedes acudir a la dirección
http://www.adtaljarafe.org/documentos.html
Esto es un solo archivo enorme y cuesta tiempo descargarlo, pero es más fácil que tener que ir al ayuntamiento para leerlo allí.

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2 Commentarios:

At 19 junio, 2006 19:18, Anonymous Anónimo dijo...

Gracias a la ADTA por facilitarnos la información. Si no, habría que estudiar el PGOU en el Ayuntamiento mismo, con todos los funccionarios vigilando. No deben poder mantener una lista de quienes hayan curiosiado en los libros. Si la información es pública, el acceso debe ser anónimo. Por medio de la ADTA hemos conseguido este derecho básico de una democracia.

 
At 22 junio, 2006 09:36, Anonymous Anónimo dijo...

Os envio este articulo del correo de Andalucia, creo que es de interés y podría publcarse en este sitio.
Gracias.
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La opinión. El Correo de Andalucía (6/VI/06)

Luis Andrés Zambrana
Aljarafe Habitable
¿Eco?villa. Reafirmar lo evidente.

Estamos asistiendo en el Aljarafe a una expansión urbanística sin precedentes. Nunca en la milenaria historia de esta comarca se han construido tantas viviendas en tan corto espacio de tiempo.

La razón de esta expansión urbanística pone de acuerdo a cualquier economista que muestre una mínima inquietud en el fenómeno. La promoción inmobiliaria y la construcción, fundamentalmente en la costa y en las grandes áreas metropolitanas, caso del Aljarafe, se han convertido en la actividad económica que genera mayores plusvalías, siendo el primer atrayente, con diferencia sobre el segundo, de cualquier inversión dineraria que pretenda multiplicarse mucho y pronto. Esta situación llega incluso a romper el binomio ahorro inversión, invitando al endeudamiento vía hipoteca, dado los bajos tipos que éstas ofrecen y las expectativas de rápido crecimiento del precio de la vivienda que respaldan cualquier decisión de compra.

Este fenómeno es reconocido y alertado desde distintos y distantes foros: la Comisión Europea (European Economy nº 5/2003); The Economist (31/05/03 y 18/06/05), Banco de España (diversos documentos), Fiscalía (Informe Anual 2005); Defensor del Pueblo; Universidad; Movimientos Ciudadanos, y un largo etcétera de trabajos, datos y documentos.

En las consecuencias de tan desmesurado crecimiento el consenso se rompe, aunque existe unanimidad en señalar que los efectos a medio y largo plazo serán negativos, cada foro pone el acento en aquellas cuestiones que les ocupan.

Así, desde una visión más convencional de la Economía, la preocupación se ha manifestado por la detracción de ahorros que está suponiendo la concentración de la inversión en construcción, en detrimento de otro tipo de inversiones que conformen un tejido productivo más sólido y perdurable.

Existe también una fuerte preocupación institucional por la amenaza que se ciñe sobre el consumo privado ante una subida de los tipos de interés, dado el alto nivel de endeudamiento que están alcanzando las economías domésticas. Subida de tipos que, aunque de forma tímida, ya está ocurriendo y que amenaza con continuar. En nuestra escala de “valores monetarios”, pagar la hipoteca ocupa un lugar destacado, muy por delante de comprar ropas, cambiar el coche o salir a comer, por ejemplo.

Desde la ciudadanía, como consecuencia más grave, una capa cada vez más amplia de población padece la exclusión en el acceso a la vivienda. También se asiste a una merma continua de la calidad de vida que suponen las grandes aglomeraciones, así como la falta de dotaciones de servicios públicos (educativos, sanitarios, transporte,…).

Llegados a este punto, cabe preguntarnos ¿a quién beneficia este crecimiento? Sin duda alguna a todo lo que rodea al sector de la construcción y al inmobiliario, como lo demuestran las multimillonarias cifras de beneficios que presentan cada ejercicio, así como la gran dimensión que están alcanzando en el mundo empresarial y la capacidad de influir que se han procurado en las esferas de decisión política, sobre todo en el ámbito local.

Los Planes de Ordenación Urbana que se están diseñando en muchos de los municipios del Aljarafe responden, exclusivamente, a los intereses de grandes empresas inmobiliarias que compran suelo rústico o no urbanizable, elaboran su plan y, a partir de ahí, buscan los caminos más directos para ponerlo en la mesa del alcalde o el concejal de urbanismo de turno.

Los ediles, representantes del pueblo y administradores de lo público, no sopesan las consecuencias de estas desmesuradas expansiones urbanísticas, haciendo caso omiso de las voces que llegan desde distintos foros y desatiendiendo el precepto constitucional recogido en el artículo 23 de la Carta Magna; la participación ciudadana, precepto que es recogido por la propia Ley de Ordenación Urbana de Andalucía, que establece dicho mecanismo como uno de los pilares básicos de la planificación urbanística.

Lejos de cumplir con esta obligación buscan discursos tan llenos de términos biensonantes como vacíos de argumentos reales, en aras de hacernos comulgar con ruedas de molino.

En Castilleja del Guzmán nos encontramos con un proyecto que prevé la construcción de 1000 nuevas viviendas en un término municipal de 2 Km2, que ha pasado en los últimos 15 años de 360 a 2409 habitantes. Ahora el nuevo plan se propone alcanzar aproximadamente los 6000.

Con estas cifras, el alcalde no se recata en llamarle, a ¿su? proyecto, Ecovilla, llenando el discurso con el término sostenible. Los ingredientes que sustentan este calificativo son un conjunto de medidas como alguna que otra construcción con criterios bioclimáticos, el uso de farolas solares, la firma del pacto por la bicicleta en el municipio, unas jornadas en las que, por cierto, se cuestionó duramente la sostenibilidad del proyecto, y dos coches municipales que usan biodiesel. De lo que podemos estar seguros es que los nuevos pobladores no tendrán su puesto de trabajo en la Ecovilla, lo que llevará cada mañana a cientos de vehículos privados a desplazarse usando, desde luego, otro tipo de combustible.

Eso sí, si alguien, como en su día fue Jorge Benavides, profesor de Ordenación Urbanística y autor de numerosos artículos, o recientemente, Antonio Cano, autor del cálculo de la Huella Ecológica en el Área Metropolitana de Sevilla, desde la autoridad que le concede la investigación y el trabajo de años, se atreve a cuestionar estos planteamientos y a expresar honestamente su punto de vista (deber que debería acompañar a todo investigador público como sostenía el pensador Bordieur), la respuesta se produce automáticamente, en detrimento de su propio oficio, en la clave a la que nos tienen acostumbrados algunos políticos: la descalificación y el insulto.

Acusaciones a un investigador de sobrado reconocimiento, tales como “mente de cemento”, o de actuar movido por un “calentamiento de orejas”, proferidas desde alguien al que no le conocemos aportación alguna en este campo, nos lleva a reafirmar el dicho de que “no insulta quien quiere sino quien puede”.

El verdadero insulto lo hace a la inteligencia quien, tras declarar que no admite lecciones o calificar de privada una propiedad de un ente público como la Universidad de Sevilla, pretende ponerle a un disparate ambiental el sufijo de Eco.

Como decía el anuncio: Y… ¿la inmobiliaria propietaria de todos los terrenos que pretenden edificar la Ecovilla que piensa de todo esto?.

El economista Georgescu Roegen sostenía que la tarea del economista crítico es difícil porque tiene que reafirmar continuamente lo evidente.

 

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