A las tres semanas, cambios no hay

Las tiendas de campaña del empresario Antonio Díaz y sus trabajadores han llegado a ser parte del ambiente “normal” de la Plaza de España. Los niños juegan allí sin tomarlos en cuenta.

Después de tres semanas, uno podría preguntar si hay alguien por algún lado que sí los tome en cuenta. El Sr. Díaz ya lleva 22 días en huelga de hambre intentando así conseguir que el Ayuntamiento pague unos 550.000 euros que debe a su empresa por la construcción de la casa consistorial hace 12 años.

En noviembre del año pasado el tribunal falló en que hay que pagar, y con intereses. Ahora un juez tiene que dictar cómo hay que pagar. Para el bien de todos, que se arregle la situación pronto.