El saldo triste de las fiestas municipales

A causa de los fuegos artificiales del domingo 29 de junio, salió ardiendo el pastizal de tipo mediterráneo en el área de protección paisajística de los Jardines de Forestier.

Se produjeron dos focos. Uno afectó al vertedero que el propio Ayuntamiento tiene en el lugar, ardiendo parte de todo tipo de vertidos - plásticos, cartones, el contaminante poliestileno, maderas, etc. que están esparcidos por el campo. Las llamas se extendieron por los hinojos que pueblan la zona calcinando la biodiversidad establecida.

El otro foco surgió en la bajada del lado derecho del camino que va desde los Jardines hasta el campo de tiro militar, en parte también en territorio protegido como Bien de Interés Cultural. Milagrosamente este foco no se extendió por la zona militar donde se “refugian” los mejores olivos que aún perduran en Castilleja de Guzmán.


Según comentó un miembro de Protección Civil, el Ayuntamiento solo contrató un camión de bomberos, y los asistentes comentaban que además estaba mal colocado pues estaba al principio del campo de futbol (sector oeste). Como el viento venía de poniente llevó las mechas incendiarias hacia el campo que quedaba desprotegido. Cuando se dieron cuenta las llamaradas eran bien visibles por todo el público asistente.

Como había dos focos, tuvieron que llamar a otro camión cisterna de los bomberos. Al fuego acudieron la patrulla de Protección Civil y los municipales del pueblo. Sobre la media hora desde que prendieron las llamas llegó el alcalde, Carmelo Ceba, acompañado de una de las concejalas.

La salida del “Toro de fuego” que estaba previsto que continuase a los “fuegos artificiales” (ya no tan artificiales) se tuvo que aplazar al menos una hora más tarde, lo que provocó que gran parte del público presente se marchase a sus hogares.