Lo bueno de Guzmán II
Cuando venimos a vivir en Castilleja de Guzmán era aún un pueblo pequeño de apenas 300 personas. No había supermercado, y lo de María del Mar era un quiosco. A pesar de eso, aquí se conseguía frutas y verduras mejores que en la mayoría de los supermercados. Para mí, esto ha sido una de las ventajas de vivir aquí.
Hace más de 40 años que Antonio el frutero está vendiendo frutas en el pueblo. Empezó como niño con un burro cargado de melones. Iba para Camas a verderlos y empezó a vender en Castilleja de Guzmán de paso. Luego iba también a Tomares.
Ahora el una furgoneta ha sustituido el burro y hay frutas y verduras de todo tipo. ¿La calidad? Por algo la gente está dispuesta a quedarse en fila 30 ó 45 minutos, venga calor, venga frío. También es un punto social, un lugar para saludar a los amigos y saber lo que pasa.
Lo puedes encontrar cerca del bar Patachula por la mañana los martes, miércoles, viernes y sabados, hasta más o menos las 2.
11 Commentarios:
Conocí Castilleja de Guzmán en lo años de universidad, hace unos 15 años.
Descubrimos un lugar donde popdíamos permitirnos invitar a comer un domingo a las chavalas sin salirnos del presupuesto de un universitario.
Por poco dinero comíamos un serranito en el Bar Agustín y después una furgoneta llegaba vendiendo pasteles para el postre.
En aquel entonces Guzmán terminaba en lo que hoy es el DIA.
Pasados unos años, buscando comprar mi primera vivienda con mi novia nos encontramos que los pisos en Sevilla eran prohitivos para nuestras posibilidades, recordé ese pueblecito tan cercano a Sevilla, que ya había crecido bastante, y encontramos una casa que nos gustó y que podíamos pagar a 15 años.
Aquí nos vinimos a vivir, pero no fue hasta tener el primer hijo que empezamos a integrarnos más en el pueblo.
Hicimos buenas amistades y descubrimos una gente abierta y amable. Un ambiente sanísimo para los niños con muchos compañeros de juegos de su edad y espacios para correr.
Considero que mi vida aquí en Guzmán es mucho más cómoda de lo que podría haber sido en Sevilla capital, pues por lo que me costó una vivienda, tendría que haberme metido en un pisito de 50 m2 y encuentro en el pueblo todo lo que encontraría en un barrio.
¿Problemas?, por supuesto que los hay, porque todo es mejorable, pero haciendo un balance el ressultado es claramente positivo. De hecho, no pienso irme a vivir a otro lugar mientras pueda.
Quedarnos con la anécdota de Antonio, nos parece algo superficial y simplista. No debemos ignorar que actualmente hay otros comercios que dificilmente superviven al pago de sus muchos impuestos y que la venta ambulante les hace mucho daño, para ello tiene el municipio regulada tales ventas y que no parece dispuesto ha hacerlas cumplir, cometiendo con ello una notable injusticia.
Desconozco las normas establecidas para la venta ambulante en nuestro municipio ni si Antonio "el patillas" las cumple o no.
El caso es que éstas existan habrá de cumplirlas, pero no creo que "tantos" negocios del pueblo sufran por la venta ambulante.
Si algún negocio ofrece mejor calidad o mejor precio será Antonio el que tendrá problemas para subsistir.
Es la base del mercado.
Prohibir en este caso la venta de productos de calidad al por menor sería una desfachatez sobre todo sabiendo que la gestión para obtener el permiso será meramente recaudatoria.
Lo que Antonio se puede ahorrar tambien nos lo ahorramos nosotros cuando le compramos.
La Ley es la Ley y la tenemos que cumplir todos, esté bien hecha o no, nos guste o no. No se trata de ahorrar o no ahorrar, o si la calidad es mejor o peor.
En cualquier caso, aunque el único fin de la Ley fuera el recaudatorio (que no es así) también esto redundaría en todos.
No justifiquemos el incumplimiento de una Ley sólo porque a nosotros nos beneficia.
Hay unos derechos que se adquieren por antigüedad. Los que abrieron los otros negocios sabían que Antonio vendía aquí y que ya tenía décadas de hacerlo.
Por encima de los posibles derechos supuestamente adquiridos, debemos tener en cuenta que la venta de productos perecederos tienen unos riesgos alimentarios ciertos. Por ejemplo, la venta del pan sin protección adecuada, los lacteos sin su refrigeración y la pastelería entre otros no están permitida su venta ambulante.
Si algunos piensan así, no me extraña que aparquen donde les plazca aunque esté prohibido o estorbe a los demás, o lleven sus perros sueltos y defecando por todos lados... Son derechos adquiridos ¿no?
Vaya, parece que el Sr. Alcalde se animó a participar aunque respondiendo solo a nimiedades...
¿Es posible que alguien no sea capaz de distinguir entre proveer un servicio que la gente quiere, por un lado, y por el otro lado aparcar mal y dejar que su perro ensucie el pueblo?
Para algo sirve la palabra, es para entenderse, y para transmitir unas ideas, conceptos bien definidos por la Real Academia de la Lengua, esas mismas palabras se usan en la redacción de leyes, que a su vez sirven para armonizar la convivencia ciudadana, aunque a esos mismos ciudadanos no les sea de agrado, las leyes vigentes estan para ser cumplidas, gusten o no, y ante el defecto de ésta, está el uso y la costumbre, que una vez aparecida la norma estos derechos adquiridos quedan regulados por esa norma aunque sea desfavorable, el vendedor de melones, puede ser mas simpatico, mejor precio, y entrañable, pero lo cierto y verdad que tiene la obligación de someterse a las normas que regulan su actividad, ya que de lo contrario, esto seria un sucedaneo de Sodoma y Gomorra, con respeto para los redactores del texto biblico y sus seguidores, no obstante, tan mal está vender melones, sandias o naranjas sin el previo control sanitario o justificante de origen, pues si algo ocurriera con esos productos no existe via legal alguna de poder desmostrar nada, y con respecto a los perros y los coches, estoy totalmente de acuerdo con lo aqui denunciado, pues los conductores y dueños de los perros tienen que someterse a lo legalmente establecido, como le ocurre a los maximos responsables municipales, funcionarios de la corporación, y aquellos que estan obligados a cumplir y hacer cumplir la norma, como por ejemplo los dictamenes juridicos de administraciones de naturaleza superior, cumplimiento de la ley de haciendas locales en lo relativo a las aguas fecales, aplicacion taxativa de la legislación en materia de urbanismo, control del vandalismo y movida juvenil en fines de semana, contratación para obras y servicios, en fin todo está ahí, y DEBE CUMPLIRSE, pero si no se cumple,¿a quien recurrimos? ¿Al forense del prado de san sebastian? o ¿le preguntamos a los constructores del mirador de sevilla? o ¿a Julian Muñoz y su equipo de gobierno...?
Reflexiones que quedan aqui para quienes sepan leer, y apreciar los detalles propios, propios de un buen lector o participante en foros de alta calidad...
"Jack el Republicano"
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